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MANEJO DE INSECTOS  

EXPERIENCIAS EN EL MANEJO DE INSECTOS
PLAGA CON  SUS ENEMIGOS NATURALES

Por.  José A. Lezcano B. 1/


CONCEPTO.

El uso de enemigos naturales en el manejo o regulación de insectos plaga, se conoce hoy en día como “Control Biológico” que fue utilizado por primera vez por H. S. Smith en 1919, para  referirse al uso de enemigos naturales, ya sea introducidos o manipulados para el manejo de insectos plaga.  Cuando nos referimos a enemigos naturales, estos incluyen depredadores, parasitoides, hiperparasitoides, hongos, bacterias y virus entomopatógenos, o sea el uso de organismos vivos como agentes para el control de plagas.

La premisa del control biológico descansa en que bajo ciertas circunstancias, muchas poblaciones son llevadas a bajas densidades por sus enemigos naturales.  Este efecto se origina de la interacción de ambas poblaciones (insecto plaga y enemigo natural), lo cual implica una supresión del tipo densidad-dependiente, que se traduce  como el mantenimiento de ambas poblaciones  en equilibrio.  Lo que quiere decir, que la población del enemigo natural depende a su vez de la población de la plaga, por lo que, la interacción de las poblaciones significa una regulación y no un control.   Esta situación es diferente  a la acción de otros métodos basados en aspectos biológicos, tales como , los semioquímicos (feromonas, atrayentes, repelentes), insectos estériles, plantas resistentes, etc.  

ANTECEDENTES.

Aunque en Panamá, no existen ejemplos del uso de enemigos naturales para el manejo de insectos plaga; hay casos antiguos que indican que en otros países hay ejemplos del uso de enemigos naturales como es el uso de hormigas por agricultores chinos; sin embargo,  el control biológico nace como un método científico hacia el final del siglo XIX, con un caso exitoso ocurrido en 1888, con la introducción desde Australia a California de Rodalia cardinalis (Mulsant), una catarinita contra la escama algodonosa de los cítricos Icerya purchasi Maskell.  El control biológico es un método científico relativamente moderno, ya que tiene poco más de 100 años.
Los principales logros en control biológico clásico en Latinoamérica han sido contra la mosca prieta de los cítricos Aleurocanthus woglumi Ashby en Mesoamérica; el barrenador de la caña de azúcar Diatraea saccharalis (F.) en Cuba, Perú, Brasil y el Caribe; la escama harinosas I. purchasi en casi todos los países; el pulgón lanígero de la manzana Eriosoma lanigerum (Hausmann) en Uruguay, Chile y Argentina; la escama negra Saissetia oleae (Oliver) en Chile y Perú.

Aunque el método biológico de control de insectos en Panamá no ha despertado el interés de los especialistas; hay un gran potencial, para algunos insectos plaga cuyo control con insecticidas sintéticos se ha convertido en un problema.  En Mexico, por ejemplo, se han realizado trabajos desde 1940, y que  inicialmente consistieron en la introducción de Aphelinus mali (Haldeman), para el control de pulgón lanígero del manzano E. lanigerum en Coahuila.  En 1942 se hizo en primer intento para el control biológico de la mosca prieta de los cítricos, pero  fue entre 1949 y 1950 que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y la entonces Dirección de Defensa Agrícola, llevaron a cabo un programa para la introducción de enemigos naturales desde la India con resultados espectaculares en el control de esta plaga.  Posteriormente en México se establecieron diferentes programas de introducción de enemigos naturales previamente introducidos a Estados Unidos.  las plagas consideradas y sus enemigos naturales fueron: la escama algodonosa de los cítricos I. purchasi con R. cardinalis; la escama purpurea Lepidosaphes beckii (Newm.) con el parasitoide Aphytis lepidosaohes Compere; la escama roja de Florida Crysomphalus aonidum L. con el parasitoide Aphytis holoxanthus De Bach; la escama algodonosa de los pastos Antonina graminis Mask con los parasitoides Anagyrus antoninae Timb. y  Neodusmetia sangwani (Rao); las moscas de la fruta Anastrepha ludens (Loew) y A. striata  Schiner con los parasitoides Diacasminorpha longicaudatus (Ashmead), Syntomosphyrum indicum Silv. y Pachycrepoides vindemmiae (Rodani); y el pulgón manchado de la alfalfa Therioaphis maculata (Buckton) con las especies Praon palitans Muesebeck, Aphelinus semiflavus Howard y Trioxys utilis Muesebeck.  En la actualidad  el programa de control biológico en Mexico, cuenta con laboratorios de cría de parasitoides como Tricogramma spp. en centros de cría localizados en varios estados mexicanos. Así, como laboratorios de cría de depredadores, como Crisopas.  Uno de los casos más recientes de control biológico clásico en México es el uso del parasitoide Cephalonomia stephanoderis Betrem para el control de la broca del café Hypothenemus hampei (Ferrari) en diferentes zonas cafetaleras del país.
          Existen otros casos, que se pueden mencionar, como la utilización de  Diadegma insularis (Cresson)  y Apanteles sp. parasitoides de Plutella xylostella.
           La mayoría de los insectos plaga por no decir todos, tiene sus enemigos naturales,  el punto es determinar su presencia en una región o establecer programas que contemplen introducción, cría, liberación y evaluación.  
          El problema de plagas de importancia en Panamá, como lo son los gusanos cortadores, gallina ciega, palomilla dorso de diamante, polilla de la papa, mosquita minadora, por mencionar algunos, se puede solucionar o por lo menos regular sus poblaciones, con el establecimiento de programas que involucren la construcción de laboratorios de cría y multiplicaciones de los enemigos naturales de estas especies de plaga.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DEL CONTROL BIOLÓGICO.

El control biológico cuando funciona presenta las siguientes ventajas:

Poco o ningún efecto nocivo colateral de los enemigos naturales hacia otros organismos, incluido el hombre;
La resistencia de las plagas al control biológico es muy rara;
El control es relativamente a largo plazo, con frecuencia permanente;
El tratamiento con insecticidas es eliminado por completo o  de manera sustancial;
La relación costo/beneficio es muy favorable;
Evita plagas secundarias;
No existen problemas de intoxicaciones; y
Se le puede usar dentro del contexto del manejo integrado de plagas.

Entre las limitaciones  se tienen:

Ignorancia sobre los principios del método;
Falta de apoyo económico;
Falta de personal especializado;
No está disponible en la mayoría de los casos;
Problemas  con umbrales económicos muy bajos;
No todas las especies plagas dentro de un complejo son atacadas efectivamente por los enemigos naturales;
La gran mayoría de los enemigos naturales son más susceptibles  a los plaguicidas que las plagas;
Los enemigos naturales se incrementan con retraso en comparación con las plagas que atacan, por lo cual, no proveen la supresión inmediata de los insecticidas.

Esto significa que los resultados del control biológico no son espectaculares, y por lo mismo, se presenta le temor por parte de los agricultores de perder su cosecha.

Costo/Beneficio

En términos económicos, los beneficios , cuando los ha habido, han sido tan espectaculares como los ecológicos: se ha un retorno aproximado por cada dólar invertido en control biológico clásico de una plaga de 30 a 1, mientras que para el control químico la relación es de 5 a 1. En California (1923-1959) se ahorraron 115.3  millones de dólares en 5 proyectos para el control de cinco plagas, mientras que el gasto para lograrlo fue  de 4.3 millones de dólares, en otras palabras, por cada dólar invertido se ganaron 26.8.   En Australia, los beneficios totales obtenidos en el control de 4 plagas fueron de 392 millones de dólares y los costos de la investigación alcanzaron 13.6 millones de dólares, con una relación de 28.8 por 1.  En proyectos del Instituto Internacional de control biológico de Inglaterra en regiones tropicales, muestran ganancias de hasta 346.5 dólares por cada dólar invertido.


El Riesgo.

La introducción de agentes de control biológico frecuentemente se declara por ser ambientalmente segura y sin riesgos; sin embargo, existen evidencias que indican que esta aseveración no es del todo cierta.  En casi 100 años de control biológico en Hawai, se han introducido 679  especies para el control de insectos, malezas y otros organismos; de 243 que se establecieron, el 8.2% (20 casos) se ha reportado atacando especies nativas hacia las cuales no iba dirigido el control, incluso, un 7% (17 casos) atacando a organismos benéficos.  La mayoría de estos errores se cometieron por la carencia de planeamiento y pobre evaluación de los enemigos naturales antes de su introducción.  En algunos casos, los errores han sido funestos, ya que ciertas introducciones se han visto implicadas en la extinción de algunos organismos.  Actualmente se reconoce que algún riesgo es inherente en los programas de control biológico, como en cualquier otra estrategia de control.  A fin de reducir el riesgo de las introducciones de enemigos naturales, se deben seguir procedimientos científicamente comprobados.

CLASES DE CONTROL BIOLÓGICO.

Control biológico por conservación.  El primer paso en control biológico consiste en conservar (promover la actividad, sobrevivencia y reproducción) a los enemigos naturales nativos (o ya presentes en un cultivo), a fin de incrementar su impacto sobre las plagas.  En este sentido, la conservación de los entomófagos va dirigida preferentemente contra plagas endémicas; no obstante, también incluye el mejoramiento de las posibilidades de establecimiento de especies introducidas para el control biológico de plagas exóticas o incrementar la eficiencia de especies criadas masivamente en laboratorio.  Esta clase de control biológico es la que más se adecua a las condiciones de los países latinoamericanos, ya que la mayoría de las plagas son endémicas, forma parte de las prácticas agroecológicas y su aplicación es más barata.

Control biológico por introducción.  Si no hay  enemigos naturales que efectivamente controlen a la plaga, entonces se puede considerar la introducción y establecimiento de nuevas especies.  Esta forma de control, es también conocida con el nombre de control biológico clásico, y es utilizada más frecuentemente en el control de plagas exóticas, las cuales comúnmente llegan a una nueva área sin factores naturales de control.  Sin embargo, también se puede usar en el control de plagas nativas que carecen de enemigos naturales.

Control biológico por incremento.   Cuando los enemigos naturales son biológicamente efectivos, pero fallan en controlar a las plagas no obstante los esfuerzos de conservación o introducción, se puede recurrir al incremento, es decir, a su cría masiva y liberación inoculativa o inundativa.  Debido a que esta forma de control biológico puede ser más cara que las otras, sólo se deberá recurrir a ella si las otras formas de control biológico son ineficientes.  Es necesario que sea competitiva en términos económicos, particularmente con el control químico.
El control biológico por si mismo no provee una supresión económicamente aceptable de una plaga en los sistemas agrícolas.  Por ello, debe ser desarrollado e implementado como un componente del Manejo Integrado de Plagas (MIP).

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